domingo, 29 de marzo de 2015

Marzo

Marzo  le   ha  puesto  prisa a  mis  deseos
y a  tu  realidad  le  ha  puesto
envidia de  la verdad que es  todo;
así que  ya  no  me  queda palabra
que  pueda  nombrar el  beso
ni  verbo que  conjugarte  pueda.
El que escribe atento todavía
al eco  de los ecos,  guarda
su  único  secreto, intacto,
y no  se  llama  Pedro.
Marzo le  ha  puesto  nombre
a la  isla que  me  habita,
donde tu  realidad  no  vive
porque esa  isla es mentira.
Marzo  se  va  como  suelen  irse
los  meses,  los  versos,  la memoria,
mientras escribo tu  nombre:
sin decirlo.

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