miércoles, 17 de diciembre de 2014

"Volo ut venias"

Quería  morir de  inanición, tal  vez  por  culpa de  un  mal amor
o ese  raro asunto al  que así denominamos y  no sabemos qué es.
Quería  morir de  inanición o de veneno,  pero  se encontró  con ellos,
esos que  le quieren  y  le admiran  y  le  buscan sin  saber  lo amargo
de este  trago, tal  vez  por  culpa de  un  mal amor o porque  los  libros
ya  no  iban a  poderle  salvar de esas  muchedumbres exentas de  todo,
excepto de  dar  cobijo  al  interés  y  al demonio de  los celos.
Quería  morir de  inanición,  loco  y  solo  como  Hölderlin, pues supo
que  vivir  sin  su  mirada era  ya  como estar  muerto en  la  noche
que  no   tendrá  más  día  ni  más  lluvia que el  infinito recuerdo  de  nosotros.
Quería  morir de  inanición. Pero  aprendió a  mirar de  otra manera, quieto,
como si un  mar de  mercurio hubiera delante de sus  ojos, inminente.

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