sábado, 15 de noviembre de 2014

16.11.2014

A mis  60 años,  estoy donde  siempre estuve.
Lo que  más quise  me  dejó  libre,  y  lo que más  me quiere,  también.
A  esta edad  ya  vale  más  un  silencio  justo que  mil  palabras  erradas.
Me  figuro por  figurarme que soy  la  figura del deseo que ya no  tengo.
Tuve  un  cuerpo  que  aún  conservo en estado  latente  o  limitado.
Qué  vanagloria  todo este  mundo  que  se quedará  atrás  para siempre.

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