lunes, 24 de diciembre de 2012

Me despido de ti,  tarde  lorquiana,
de ti,  luz del  exilio, de  ti que  en  las  primaveras
volabas al  nido donde  habitaban /los sueños.
Me despido de  ti,  perro  o  caballo,
de ti,  gorrión de  las ciudades  inventadas,
de  ti   que en  los  otoños pintabas de colores
mis  picassos. Me despido  de ti,
niño  lejano que  quedó   tras  los espejos /rotos,
de ti  mujer cual amapola  nocturna,
de  ti  que en  los  inviernos  fríos
arropabas mis  noches de silencio.
Me despido de ti, cielo de estrellas desconocidas,
de  ti, "cazador  solitario", de ti que eras,
si  no  recuerdo  mal, el  país  secreto
de la  dicha,  mi   verano.

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