jueves, 8 de diciembre de 2011

Dedicado a Basho

Hay un tiempo para cada cosa, para la vida y para la muerte.
Un tiempo para la flor y un tiempo para el invierno.
Pero la eternidad no tiene tiempo alguno
ni acaso se dirija a ninguna parte.
Por eso vive como si fueras a morir hoy mismo
y ama todas las cosas que lo merecen,
pues ni el ocaso ni el amanecer son tuyos.

2 comentarios:

Rubén Sanz dijo...

Ni el tiempo ni el corazón.

Rubén Sanz dijo...

Ni el tiempo, ni el corazón.