viernes, 18 de marzo de 2011

del libro Por Santo Domingo

Te nombré, Soledad,
me nombraste, Silencio,
y acaeció el milagro.

3 comentarios:

Rubén Sanz dijo...

El milagro de no hablar, y de decir.

Rubén Sanz dijo...

Del no hablar y sin embargo del decir.

Rubén Sanz dijo...

Un abrazo allá donde estés .. de camino seguro a cualquier parte.