jueves, 2 de septiembre de 2010

En una isla negra vive negra y blanquísima de luz la estrella que me me mira cuando solo recorro las ciudades y escribo maravillas para que los muertos buenos vuelvan y a los vivos malos se los lleve el demonio. En una isla negra vive con su imaginación de niña y su cuerpo de sirena esa mujer que sueño y que me ensueña cuando sola recorre las canciones de amor y siente maravillas en su corazón de espuma tras la ilusión de que su isla se convierta en paraíso de amor donde no existan ni el hambre ni el dinero, la traición ni la desdicha.

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